
FABIAN TONDA – FONGA COMUNICADO DE PRENSA
Que no se mire para el costado.
Con profundo dolor por todo lo acontecido, desde la Federación de
Organizaciones no Gubernamentales de la Argentina para la Prevención y el
Tratamiento del Abuso de Drogas – FONGA – hacemos llegar nuestras
condolencias a las familias que están atravesando la pérdida de alguno de sus
miembros por los recientes hechos de público conocimiento.
Conmovidos nuevamente ante una realidad que atormenta y que muchos
deciden ignorar; una realidad que esta presente constantemente pero que se
vuelve visible para ciertos sectores solo a raíz de hechos de tremenda
contundencia como el actual.
Repudiamos el tratamiento que desde muchos sectores mediáticos se esta
teniendo sobre el tema, con notoria falta de respeto, de información y de empatía
ante las personas y familias que están sufriendo en este momento; y les hacemos
llegar desde aquí nuestro apoyo y acompañamiento.
Ante esta situación quisiéramos poner el foco sobre algunos temas puntuales que
generalmente quedan invisibilizados. Por una parte, la construcción de un
sentido común en relación a las drogas que banaliza y minimiza el riesgo que
implica su consumo. Desde los debates sobre la reforma de la ley 23.737 en
adelante, se han instalado en el sentido común nociones por lo menos confusas
sobre el consumo de sustancias. En el afán de salir de un modelo que demoniza y
plantea una visión extremadamente reduccionista y moralista de las drogas –
modelo que también venimos cuestionando por su inoperancia y anacronismo-,
se propone un modelo que desproblematiza los consumos de drogas, minimiza
sus riesgos, naturaliza sus prácticas y se asocia a una visión “progresista” sobre
el tema.
Así se ha instalado el tema del consumo como un derecho, desplazando al
derecho principal que es el derecho a la salud.
Como #Federación y #Red de Instituciones que trabajamos en el área hace
muchos años, sabemos que la droga mata, pero también sabemos que mata la
marginalización, la estigmatización, la desinformación, el rechazo y la exclusión
del sistema de salud, la negación de tratamiento, la falta de recursos, y una
sociedad que mira hacia otro lado.
Hace muchos años que venimos acompañando el sufrimiento de personas que
atraviesan el padecimiento de las drogas, a sus familias y a sus vínculos.
Lo hacemos hoy nuevamente, y pedimos que la sociedad y las instituciones se
hagan eco, y que no se mire más para otro lado.
El problema es de todos. La solución también.